David Beckham, Cristiano Ronaldo, Rafa Nadal, Leo Messi, Usain Bolt… La lista de deportistas codiciados por las firmas deportivas, de streetwear o complementos de todo tipo es muy extensa. Su posición en la lista es proporcional a sus hazañas deportivas y esta a su vez, proporcional a sus ingresos publicitarios.

Hace tiempo que el marketing descubrió el potencial de los deportistas como imagen publicitaria. Éxito, belleza y un físico hercúleo son una combinación irresistible. Algunos de ellos sin embargo, más allá de representar a sus patrocinadores más que dignamente, se han convertido por si mismos en iconos de moda, creadores de tendencia. Poseedores de un sentido de estilo propio, marcan tendencia con sus cortes de pelo, tatuajes y complementos. Héroes deportivos, padres de familia y maridos ejemplares, son los nuevos iconos de la modernidad, me atrevería a decir que se han convertido en icono de la masculinidad moderna.
De entre las diferentes disciplinas deportivas, cabe destacar lo acentuado de este fenómeno en el fútbol. El fútbol levanta pasiones en los cinco continentes, ha erigido héroes, ídolos, dioses…pero hasta hace algunos años, jamás había constituido cantera de modelos.
La exposición de los futbolistas a los medios es muy superior a la de cualquier otro deportista, personaje público o incluso actor, antaño prácticamente únicos creadores de tendencias y sueños. Su presencia permanente en los medios ha hecho que se conviertan en los trendsetters por excelencia de nuestro tiempo. Envidiados, admirados, polémicos, denostados, los jugadores de futbol son los nuevos objetos de deseo.
