En este artículo os quiero hablar de un tema que siempre resulta peliagudo, cómo vestir adecuadamente para nuestra edad.
Soy de la opinión de que la edad, o el sentirse mayor o no, es una cuestión de actitud pero no es menos cierto que el tiempo no pasa en balde y deja su huella en nosotros. No es nada terrible, nos hemos ganado nuestras canas y nuestras arrugas. Es importante sin embargo mantener un aspecto acorde a nuestra edad, reconozcámoslo, por muy jóvenes que nos sintamos resultaría un tanto ridículo vestir como un adolescente y viceversa.
Muchos de vosotros poseéis la capacidad de vestir con estilo propio, sea cual sea vuestra edad. No tiene sentido daros ningún consejo. Este artículo es para el resto de nosotros.
En la veintena
Ya sea que estés en la universidad u obteniendo ese primer gran trabajo, comienza la necesidad de vestir de una forma más madura. Ya no hay excusa para no poseer tu primer traje. Seguro que le vas a comenzar a sacar un gran partido, aun cuando tu entorno de trabajo sea informal. Comenzar a vestir un poco más formal no significa de todas formas vestir como tu padre.
He aquí algunos consejos:
• Consigue tu primer traje si aún no lo tienes. Olvida el negro. El adagio de que todo hombre necesita un traje negro es un mito. En su lugar, opta por el azul marino o el gris. Algo sencillo, sin complicaciones. Si es tu primer traje, que no sea cruzado y mejor con solapa de muesca. Si es el segundo o tu tercero, agrega un toque de sofisticación con un traje, ahora sí, cruzado y con solapa de pico.
• Para ropa casual, hoy en día existen muchas opciones más allá de los vaqueros, así que sé creativo.
• Vestir de una forma más madura y formal no significa que tengas que desterrar tus camisetas. Combínalas con vaqueros o chinos para un mayor contraste... Agrega un jersey con cremallera sin capucha.
• Cuando se trata de zapatos, ahora es el momento de comprar unos zapatos de vestir. Para el calzado casual, existen un buen número de opciones más allá de las deportivas.
En la treintena
Es la época en la que todos nos vamos asentando. Es probable incluso que hayamos tenido ya uno o dos niños. Hemos dejado atrás los alquileres y hemos adquirido ya nuestra primera vivienda. Estás madurando y puede ser difícil, pero nos gusta porque nuestros padres ya nos consideran iguales y nos hablan de tú a tú, sin echarnos la bronca por todo.
• En nuestro guarda ropa comienzan a abundar las camisas y empezamos a primar las texturas y la calidad frente al mero efecto “visual”. La paleta de colores también se suaviza y es el momento de trabajar las combinaciones de prendas. Si trabajas en una oficina, los trajes se habrán convertido en un amigo cotidiano.
• Construye una colección de básicos entre trajes, blazers, camisas y suéteres. Agrega toques de color, aún eres joven.
• Es el momento también de construir una pequeña colección de zapatos. De vestir, sí, pero otros en cuero más informales también.
• Los chinos, jerséis, polos, camisetas, siguen funcionando pero es cierto que seguramente más discretos.
• Los complementos adquieren una vital importancia para definir el estilo personal de cada cual. Corbatas, una pajarita quizá, unos gemelos o un buen reloj clásico.
De los cuarenta a los sesenta y cinco
Aún eres joven, no se puede negar. Vas a trabajar todos los días y es probable que vayas al gimnasio varias veces a la semana o a nadar. Hay que cuidarse. Este ya es un momento de mayor estabilidad en la vida. Tienes una familia, la casa, el coche. Parece una franja de edad muy amplia pero créeme no cambian tanto las cosas en lo referido a la vestimenta.
• Evita los colores atrevidos y céntrate en su lugar en los clásicos. Usa el corte de las pendras en lugar de colores para acentuar tu estilo.
• Las gorras tipo tweed no pueden faltar en tu armario de invierno y otoño. Combinadas con chaquetas en el mismo tejido, cuellos vueltos y unos complementos seleccionados, harán de ti un dandy.
• Quédate con los colores clásicos también para tu vestuario informal. Vaqueros, chinos y polos siguen estando vigentes para ti, pero siempre en colores sólidos. Evita estampados, camisetas tipo rugby o la superposición de polos y camisetas con jerséis.
• Si te gusta agregar color a tus atuendos, considera los colores mostaza o los verdes para realzar tu apariencia.
• Cuando se trata de calzado informal, los mocasines son una opción perfecta. Las zapatillas de deporte…sólo para ir al gimnasio.
Más de sesenta y cinco años
Es probable que estés jubilado o con ganas de hacerlo. Por supuesto, muchos de los que aman su profesión siguen trabajando el mayor tiempo posible. Solo porque te estés haciendo mayor no significa que necesites cambiar los zapatos Oxford por los de ortopedia. Todavía puedes lucir tu edad y estar a la moda y cómodo al mismo tiempo.
• Ahora es el momento de volver a colocar los suéteres debajo de tu blazer. Se adaptarán bien a tu edad y también resultará muy cómodo. Un estilo tweed a lo british también te sentará muy bien.
• Los pantalones de vestir pueden ser más cómodos que los clásicos chinos o similares. Y quedan perfectos si los combinas con una chaqueta o solo un suéter.
• Considera camisas a rayas verticales que alarguen tu silueta.
• Evita los patrones atrevidos en la corbata. En su lugar, agrega guantes de cuero en el invierno o una gran bufanda.
• Un pantalón casual más ligero te hará lucir más joven pero no inmaduro. Abónate a los colores piedra, crema y beige.
Existen formas de parecer más joven o más maduro en el vestir. Pero creo que no se trata de eso. Se trata simplemente de estar cómodo en tu piel.

En la veintena
Ya sea que estés en la universidad u obteniendo ese primer gran trabajo, comienza la necesidad de vestir de una forma más madura. Ya no hay excusa para no poseer tu primer traje. Seguro que le vas a comenzar a sacar un gran partido, aun cuando tu entorno de trabajo sea informal. Comenzar a vestir un poco más formal no significa de todas formas vestir como tu padre.
He aquí algunos consejos:
• Consigue tu primer traje si aún no lo tienes. Olvida el negro. El adagio de que todo hombre necesita un traje negro es un mito. En su lugar, opta por el azul marino o el gris. Algo sencillo, sin complicaciones. Si es tu primer traje, que no sea cruzado y mejor con solapa de muesca. Si es el segundo o tu tercero, agrega un toque de sofisticación con un traje, ahora sí, cruzado y con solapa de pico.
• Para ropa casual, hoy en día existen muchas opciones más allá de los vaqueros, así que sé creativo.
• Vestir de una forma más madura y formal no significa que tengas que desterrar tus camisetas. Combínalas con vaqueros o chinos para un mayor contraste... Agrega un jersey con cremallera sin capucha.
• Cuando se trata de zapatos, ahora es el momento de comprar unos zapatos de vestir. Para el calzado casual, existen un buen número de opciones más allá de las deportivas.
En la treintena
Es la época en la que todos nos vamos asentando. Es probable incluso que hayamos tenido ya uno o dos niños. Hemos dejado atrás los alquileres y hemos adquirido ya nuestra primera vivienda. Estás madurando y puede ser difícil, pero nos gusta porque nuestros padres ya nos consideran iguales y nos hablan de tú a tú, sin echarnos la bronca por todo.
• En nuestro guarda ropa comienzan a abundar las camisas y empezamos a primar las texturas y la calidad frente al mero efecto “visual”. La paleta de colores también se suaviza y es el momento de trabajar las combinaciones de prendas. Si trabajas en una oficina, los trajes se habrán convertido en un amigo cotidiano.
• Construye una colección de básicos entre trajes, blazers, camisas y suéteres. Agrega toques de color, aún eres joven.
• Es el momento también de construir una pequeña colección de zapatos. De vestir, sí, pero otros en cuero más informales también.
• Los chinos, jerséis, polos, camisetas, siguen funcionando pero es cierto que seguramente más discretos.
• Los complementos adquieren una vital importancia para definir el estilo personal de cada cual. Corbatas, una pajarita quizá, unos gemelos o un buen reloj clásico.

De los cuarenta a los sesenta y cinco
Aún eres joven, no se puede negar. Vas a trabajar todos los días y es probable que vayas al gimnasio varias veces a la semana o a nadar. Hay que cuidarse. Este ya es un momento de mayor estabilidad en la vida. Tienes una familia, la casa, el coche. Parece una franja de edad muy amplia pero créeme no cambian tanto las cosas en lo referido a la vestimenta.
• Evita los colores atrevidos y céntrate en su lugar en los clásicos. Usa el corte de las pendras en lugar de colores para acentuar tu estilo.
• Las gorras tipo tweed no pueden faltar en tu armario de invierno y otoño. Combinadas con chaquetas en el mismo tejido, cuellos vueltos y unos complementos seleccionados, harán de ti un dandy.
• Quédate con los colores clásicos también para tu vestuario informal. Vaqueros, chinos y polos siguen estando vigentes para ti, pero siempre en colores sólidos. Evita estampados, camisetas tipo rugby o la superposición de polos y camisetas con jerséis.
• Si te gusta agregar color a tus atuendos, considera los colores mostaza o los verdes para realzar tu apariencia.
• Cuando se trata de calzado informal, los mocasines son una opción perfecta. Las zapatillas de deporte…sólo para ir al gimnasio.
Más de sesenta y cinco años
Es probable que estés jubilado o con ganas de hacerlo. Por supuesto, muchos de los que aman su profesión siguen trabajando el mayor tiempo posible. Solo porque te estés haciendo mayor no significa que necesites cambiar los zapatos Oxford por los de ortopedia. Todavía puedes lucir tu edad y estar a la moda y cómodo al mismo tiempo.
• Ahora es el momento de volver a colocar los suéteres debajo de tu blazer. Se adaptarán bien a tu edad y también resultará muy cómodo. Un estilo tweed a lo british también te sentará muy bien.
• Los pantalones de vestir pueden ser más cómodos que los clásicos chinos o similares. Y quedan perfectos si los combinas con una chaqueta o solo un suéter.
• Considera camisas a rayas verticales que alarguen tu silueta.
• Evita los patrones atrevidos en la corbata. En su lugar, agrega guantes de cuero en el invierno o una gran bufanda.
• Un pantalón casual más ligero te hará lucir más joven pero no inmaduro. Abónate a los colores piedra, crema y beige.
Existen formas de parecer más joven o más maduro en el vestir. Pero creo que no se trata de eso. Se trata simplemente de estar cómodo en tu piel.