Ahora que para la mayoría han terminado las vacaciones y toca colgar los shorts, preparar el nuevo curso y pensar en el vestuario para la próxima estación, no puedo dejar de insistir en que en el armario de todo hombre no debiera faltar nunca un buen traje. ¡Cero excepciones!
Un buen traje te hará sentir más alto, más guapo, más listo, tendrás la sensación de tener el mundo cogido por las “campanillas”.
Todos hemos sido traje-vírgenes y sé que plantarse ante la sección de trajes de cualquier establecimiento para elegir uno puede ser abrumador. Esta pequeña guía puede servirte de ayuda y por supuesto, en NEU, siempre estamos dispuestos a aconsejarte.
¿Qué te encajará mejor?
Empecemos por lo básico. Necesitas un traje pero no sabes qué tipo de traje es el adecuado para ti y tu vida. ¿Es un traje para el trabajo?, ¿para una cita?, ¿es para la boda de un amigo?, ¿es para todo lo anterior?; ¿es este tu primer y único traje o tu decimotercer traje, destinado a una ocasión especial? Tener esto claro te ayudará a tomar las decisiones correctas, comenzando por el color.
Tu mejor apuesta será optar por uno en azul marino o gris. Estos colores básicos y neutros funcionan con cualquier camisa y corbata en las que puedas pensar, nunca fallan.
También está el clásico negro, aunque normalmente no para el día y no siempre tan infalible como piensas. Si te decides por el negro, para evitar parecer un guardia de seguridad o el maître, hazte con un look ajustado-skinny-cool.
Si quieres ser más audaz o tienes ya una docena de trajes azules y grises, ve más allá de los colores sólidos que acabamos de comentar. Una opción en este caso es adentrarte en el mundo de los trajes de cuadros, una opción muy trendy.
Si el objetivo es sacar el máximo partido de tu nuevo traje, apostar por los colores clásicos antes mencionados es tu mejor baza. Son la apuesta infalible de fondo de armario. Funcionan para el trabajo, para una entrevista, para un compromiso, para una boda. Bueno, funcionan para casi todo.
Elige el corte
Una vez que tengas claro el primer punto, el siguiente paso en tu proceso de toma de decisiones es decidir el tipo de corte de traje que deseas. Estamos hablando de “silueta” y hay básicamente dos opciones, traje de chaqueta recta, traje de chaqueta cruzada.
La chaqueta recta, la chaqueta simple, es la que suele ser más habitual, sin complicaciones, siempre correcta. Pero si eres de los no convencionales que quieren ir un poco más allá, hazte con una chaqueta cruzada. Proyecta una imagen de confianza.
También está, como una opción más, una variante en realidad, el traje de tres piezas. Un traje con chaleco. Seguramente para ocasiones más especiales, como una boda. Importante cuidar los accesorios si se utiliza un traje de tres piezas, como los relojes de bolsillo, los sombreros…evita que parezca un disfraz.
Más detalles, más decisiones
Para continuar, tendrás que decidir sobre el estilo, la construcción del traje. Los detalles hacen el traje.
¿Dos botones o tres?, ¿solapa de muesca o pico?
Todos o la mayoría de tus trajes deben ser de dos botones, salvo que seas un avezado comprador de trajes. Este es el estándar moderno. Los trajes de un solo botón son más adecuados por regla general para ocasiones muy formales y de noche, o para los tipo rockers flacos que afortunadamente pueden usar cualquier cosa. Por regla general, evita los de tres botones.
Vamos a pasar a las solapas. Los dos tipos más comunes son la solapa de muesca y la de pico. La solapa de muesca tiene un corte en forma de “V” que crea una forma triangular en la solapa. La de pico, se define por sí misma, es la solapa de pico pronunciado, más habitual en trajes cruzados o blazers.
No podemos ignorar la espalda de nuestro traje, cumple una función integral en el carácter de un traje. La mayoría de los trajes hoy en día tienen dos aberturas laterales, pero el traje de una sola abertura sigue siendo un clásico americano incombustible.
Otro detalle a considerar son los bolsillos. Sí, los bolsillos. El ejemplo más común de bolsillo es el de tapa, esto es, el bolsillo cosido por el interior del traje que en el exterior tiene una “tapa” rectangular sobre la abertura del mismo (flap pocket). Es común y muy elegante encontrar trajes que posean un doble bolsillo en uno de los lados, uno sobre el otro. De menor tamaño el superior (llamado ticket pocket).
Son también muy comunes los trajes con bolsillo cosido por el interior pero sin “tapa” (llamado besom pocket en el argot de sastrería inglesa). Más habituales en trajes muy de vestir.
Los bolsillos llamados plastones (patch pocket) tampoco tienen esa “tapa” pero a diferencia de los anteriores, están cosidos sobre el traje, al estilo de las primigenias chaquetas deportivas. Estos últimos producen un efecto mucho más casual en el conjunto del traje.
Ahora, asegúrate de que te encaje bien
No importa cuánto cueste el traje, 500 o 5.000. Un traje vale tanto como lo bien ajustado a ti que esté. Un buen ajuste lo es todo.
Una vez que hayas elegido si quieres un traje de corte recto, con dos botones, solapa muesca, dos aberturas en la espalda y bolsillos con tapa (buena elección!!!), concéntrate en asegurarte que te vaya a quedar como un guante. El largo de la chaqueta, mangas, una espalda libre de pliegues y frunces, el largo del pantalón que caiga justo sobre el zapato……un traje lo constituyen los detalles, las proporciones y un esmerado ajuste a tu medida. Son las claves de un buen traje.
Todos hemos sido traje-vírgenes y sé que plantarse ante la sección de trajes de cualquier establecimiento para elegir uno puede ser abrumador. Esta pequeña guía puede servirte de ayuda y por supuesto, en NEU, siempre estamos dispuestos a aconsejarte.
¿Qué te encajará mejor?
Empecemos por lo básico. Necesitas un traje pero no sabes qué tipo de traje es el adecuado para ti y tu vida. ¿Es un traje para el trabajo?, ¿para una cita?, ¿es para la boda de un amigo?, ¿es para todo lo anterior?; ¿es este tu primer y único traje o tu decimotercer traje, destinado a una ocasión especial? Tener esto claro te ayudará a tomar las decisiones correctas, comenzando por el color.
Tu mejor apuesta será optar por uno en azul marino o gris. Estos colores básicos y neutros funcionan con cualquier camisa y corbata en las que puedas pensar, nunca fallan.
También está el clásico negro, aunque normalmente no para el día y no siempre tan infalible como piensas. Si te decides por el negro, para evitar parecer un guardia de seguridad o el maître, hazte con un look ajustado-skinny-cool.
Si quieres ser más audaz o tienes ya una docena de trajes azules y grises, ve más allá de los colores sólidos que acabamos de comentar. Una opción en este caso es adentrarte en el mundo de los trajes de cuadros, una opción muy trendy.
Si el objetivo es sacar el máximo partido de tu nuevo traje, apostar por los colores clásicos antes mencionados es tu mejor baza. Son la apuesta infalible de fondo de armario. Funcionan para el trabajo, para una entrevista, para un compromiso, para una boda. Bueno, funcionan para casi todo.
Elige el corte
Una vez que tengas claro el primer punto, el siguiente paso en tu proceso de toma de decisiones es decidir el tipo de corte de traje que deseas. Estamos hablando de “silueta” y hay básicamente dos opciones, traje de chaqueta recta, traje de chaqueta cruzada.
La chaqueta recta, la chaqueta simple, es la que suele ser más habitual, sin complicaciones, siempre correcta. Pero si eres de los no convencionales que quieren ir un poco más allá, hazte con una chaqueta cruzada. Proyecta una imagen de confianza.
También está, como una opción más, una variante en realidad, el traje de tres piezas. Un traje con chaleco. Seguramente para ocasiones más especiales, como una boda. Importante cuidar los accesorios si se utiliza un traje de tres piezas, como los relojes de bolsillo, los sombreros…evita que parezca un disfraz.
Más detalles, más decisiones
Para continuar, tendrás que decidir sobre el estilo, la construcción del traje. Los detalles hacen el traje.
¿Dos botones o tres?, ¿solapa de muesca o pico?
Todos o la mayoría de tus trajes deben ser de dos botones, salvo que seas un avezado comprador de trajes. Este es el estándar moderno. Los trajes de un solo botón son más adecuados por regla general para ocasiones muy formales y de noche, o para los tipo rockers flacos que afortunadamente pueden usar cualquier cosa. Por regla general, evita los de tres botones.
Vamos a pasar a las solapas. Los dos tipos más comunes son la solapa de muesca y la de pico. La solapa de muesca tiene un corte en forma de “V” que crea una forma triangular en la solapa. La de pico, se define por sí misma, es la solapa de pico pronunciado, más habitual en trajes cruzados o blazers.
No podemos ignorar la espalda de nuestro traje, cumple una función integral en el carácter de un traje. La mayoría de los trajes hoy en día tienen dos aberturas laterales, pero el traje de una sola abertura sigue siendo un clásico americano incombustible.
Otro detalle a considerar son los bolsillos. Sí, los bolsillos. El ejemplo más común de bolsillo es el de tapa, esto es, el bolsillo cosido por el interior del traje que en el exterior tiene una “tapa” rectangular sobre la abertura del mismo (flap pocket). Es común y muy elegante encontrar trajes que posean un doble bolsillo en uno de los lados, uno sobre el otro. De menor tamaño el superior (llamado ticket pocket).
Son también muy comunes los trajes con bolsillo cosido por el interior pero sin “tapa” (llamado besom pocket en el argot de sastrería inglesa). Más habituales en trajes muy de vestir.
Los bolsillos llamados plastones (patch pocket) tampoco tienen esa “tapa” pero a diferencia de los anteriores, están cosidos sobre el traje, al estilo de las primigenias chaquetas deportivas. Estos últimos producen un efecto mucho más casual en el conjunto del traje.
Ahora, asegúrate de que te encaje bien
No importa cuánto cueste el traje, 500 o 5.000. Un traje vale tanto como lo bien ajustado a ti que esté. Un buen ajuste lo es todo.
Una vez que hayas elegido si quieres un traje de corte recto, con dos botones, solapa muesca, dos aberturas en la espalda y bolsillos con tapa (buena elección!!!), concéntrate en asegurarte que te vaya a quedar como un guante. El largo de la chaqueta, mangas, una espalda libre de pliegues y frunces, el largo del pantalón que caiga justo sobre el zapato……un traje lo constituyen los detalles, las proporciones y un esmerado ajuste a tu medida. Son las claves de un buen traje.