Te proponemos cambios para el 2019 que harán que te sientas mejor. Este año podría ser tu mejor año si sigues estos consejos propuestos por expertos en bienestar, profesionales de la salud mental y gurús del ejercicio físico. Unas pautas de coaching poco habituales, enfocadas a pequeñas cosas que por descontado desatendemos en el día a día.
Aprender un patrón de respiración óptimo.
Este gesto aparentemente insignificante parece ser capaz de transformar la salud física, mental y emocional. Respirar por respirar no es la cuestión. Una de cada diez personas tiene síntomas de respiración disfuncional, el estrés físico y emocional del día a día afectan nuestra respiración. Al aprender a respirar de manera más “eficiente”, aumentará tu energía, productividad, confianza, concentración y mejorará tu postura. Por si todo lo anterior fuera poco, mejorará tu inteligencia emocional, la toma de decisiones, la concentración, el sueño y la memoria.
Piensa bien y acertarás.
Pensar bien es importante porque tu forma de pensar crea lo que sientes. “Somos lo que pensamos”. Si quieres sentirte bien, debes pensar en positivo, entrena tu mente como entrenas tu cuerpo y tu vida cambiará. Esto afecta también a tus relaciones con los demás, haz cambios positivos.
Comer alimentos felices.
Habitualmente asociamos la dieta a nuestro estado físico pero una correcta dieta es tanto o más importante para nuestra mente y estado de ánimo. Para mejorarlo opta por pescados grasos como el salmón, las sardinas, el txitxarro. Para el Omega 3, indispensable, opta por verduras como las habas, alubias, alcachofas, berza…. Una copa de vino tinto diario y comer chocolate negro harán nuestra alimentación un poco menos monótona. Para iniciados, el ayuno es otra de las técnicas que irónicamente insuflan energía a nuestro organismo y nuestra mente. Pero ojo, todas estas técnicas mejor supervisadas por un especialista.
Es hora de entender la importancia de los "hábitos", los malos hábitos.
El exceso de esfuerzo y las malas técnicas de entrenamiento están afectando a nuestros cuerpos. Es hora de dejar de ignorar molestias e identificar áreas de problemas potenciales. Busca un fisioterapeuta que te ayude con un programa individualizado y preventivo de ejercicios para abordar las áreas problemáticas.
Pequeños cambios en nuestros hábitos diarios que pueden suponer un radical cambio en nuestro estado de ánimo y percepción de las cosas.
Este gesto aparentemente insignificante parece ser capaz de transformar la salud física, mental y emocional. Respirar por respirar no es la cuestión. Una de cada diez personas tiene síntomas de respiración disfuncional, el estrés físico y emocional del día a día afectan nuestra respiración. Al aprender a respirar de manera más “eficiente”, aumentará tu energía, productividad, confianza, concentración y mejorará tu postura. Por si todo lo anterior fuera poco, mejorará tu inteligencia emocional, la toma de decisiones, la concentración, el sueño y la memoria.
Piensa bien y acertarás.
Pensar bien es importante porque tu forma de pensar crea lo que sientes. “Somos lo que pensamos”. Si quieres sentirte bien, debes pensar en positivo, entrena tu mente como entrenas tu cuerpo y tu vida cambiará. Esto afecta también a tus relaciones con los demás, haz cambios positivos.

Comer alimentos felices.
Habitualmente asociamos la dieta a nuestro estado físico pero una correcta dieta es tanto o más importante para nuestra mente y estado de ánimo. Para mejorarlo opta por pescados grasos como el salmón, las sardinas, el txitxarro. Para el Omega 3, indispensable, opta por verduras como las habas, alubias, alcachofas, berza…. Una copa de vino tinto diario y comer chocolate negro harán nuestra alimentación un poco menos monótona. Para iniciados, el ayuno es otra de las técnicas que irónicamente insuflan energía a nuestro organismo y nuestra mente. Pero ojo, todas estas técnicas mejor supervisadas por un especialista.
Es hora de entender la importancia de los "hábitos", los malos hábitos.
El exceso de esfuerzo y las malas técnicas de entrenamiento están afectando a nuestros cuerpos. Es hora de dejar de ignorar molestias e identificar áreas de problemas potenciales. Busca un fisioterapeuta que te ayude con un programa individualizado y preventivo de ejercicios para abordar las áreas problemáticas.
Pequeños cambios en nuestros hábitos diarios que pueden suponer un radical cambio en nuestro estado de ánimo y percepción de las cosas.