La moda baño hombre también existe. Desde los inolvidables trajes de baño de la Belle Epoque hasta las últimas tendencias donde se mezcla la tendencia, el diseño y innovación en tecnología y materiales.
Llegó el verano y empezamos a ver los modelos de bañador en las playas de Donosti. Cabe entonces plantearse esta pregunta, ¿Cómo de largo tiene que ser tu bañador para ser un hombre con estilo? A qué muchos no os habéis planteado esta pregunta…
Llegó el verano y empezamos a ver los modelos de bañador en las playas de Donosti. Cabe entonces plantearse esta pregunta, ¿Cómo de largo tiene que ser tu bañador para ser un hombre con estilo? A qué muchos no os habéis planteado esta pregunta…
Estilo Speedo, boxer, bermuda, de estilo surfero... si bien en la actualidad contamos con una gran variedad de trajes de baño, de largos muy dispares, ninguno de ellos es nuevo. Retrocedamos y miremos la historia del bañador para saber un poco sobre la evolución de la moda de esta prenda de verano.
A mediados del siglo XIX, la aristocracia y la más alta burguesía europea comenzó a “tomar las aguas” como una cuestión de salud en playas y balnearios. Fruto de esta receta para curar un sinfín de enfermedades nació el bañador. Una especie de “maillot” que cubría desde el cuello hasta las rodillas. Con la llegada del XX se reduce el largo de las mangas y las piernas para facilitar la movilidad al llevar esta pieza. La moda de broncearse en las costas francesas hace que la parte superior del bañador mute en una especie de camiseta muy escotada de tirantes de la cual se podía prescindir doblándola sobre la cintura. Cinco años más tarde se reduce al bañador bóxer de cintura alta con cinturón.
En 1930, la camiseta pasa de moda y el bañador es reemplazado por un pantalón corto, gracias a que se hace legal para los hombres ir sin camisa en la playa y la piscina. El tejido de rayón de secado más rápido que incorporaba la elasticidad del spandex permite que los bañadores pasen a se ser más cortos y más ajustados en los años 40 y 50.
Hasta los años 60 no aparecieron los slips, los trajes de baños más escasos de tela, una prenda que muchos conocemos gracias a la marca Speedo. ¿Quién no recuerda la foto de Arnold Schwarzenegger en su Speedo? Esta prenda favorece más a aquellos que han trabajado sus piernas durante el invierno. Esto explica la pasión que levanta entre los futbolistas.
Los tejidos estampados rompedores se incorporan al bañador a medida que los hombres aceptan los estampados de los años 70´s. Ese mismo año se popularizaron los shorts en las pistas de atletismo, hecho que animó a varias marcas a replicar estas prendas en versión acuática. Esta pieza pone en valor los atributos de los caballeros más espigados, altos y delgados de pierna infinita y cuerpo esbelto.
La década de los 80 supuso una vuelta al modelo bóxer y el slip en su versión más colorista que Versace pone en el mapa de nuevo para los nostálgicos. El siglo XX expiró con cientos de jóvenes ocultando sus rodillas bajo los conocidos bañadores de surferos, sólo aptos realmente para nuestros chicos de la playa de la Zurriola. Se impone el estilo de estampado hawaiano y las marcas Billabong y Quiksilver triunfan en nuestros pueblos surferos.
Los años 2000 traen a la moda del bañador masculino la sensatez de que la virtud se halla en el término medio. El bañador tipo bermuda, más o menos largo, es en definitiva el mejor aliado de todos los cuerpos. El mejor amigo del Adonis y del que no lo es tanto. Pero si eres de esos que tiene tableta y quieres ponerte un slip o speedo ¿Por qué no?

A mediados del siglo XIX, la aristocracia y la más alta burguesía europea comenzó a “tomar las aguas” como una cuestión de salud en playas y balnearios. Fruto de esta receta para curar un sinfín de enfermedades nació el bañador. Una especie de “maillot” que cubría desde el cuello hasta las rodillas. Con la llegada del XX se reduce el largo de las mangas y las piernas para facilitar la movilidad al llevar esta pieza. La moda de broncearse en las costas francesas hace que la parte superior del bañador mute en una especie de camiseta muy escotada de tirantes de la cual se podía prescindir doblándola sobre la cintura. Cinco años más tarde se reduce al bañador bóxer de cintura alta con cinturón.
En 1930, la camiseta pasa de moda y el bañador es reemplazado por un pantalón corto, gracias a que se hace legal para los hombres ir sin camisa en la playa y la piscina. El tejido de rayón de secado más rápido que incorporaba la elasticidad del spandex permite que los bañadores pasen a se ser más cortos y más ajustados en los años 40 y 50.

Hasta los años 60 no aparecieron los slips, los trajes de baños más escasos de tela, una prenda que muchos conocemos gracias a la marca Speedo. ¿Quién no recuerda la foto de Arnold Schwarzenegger en su Speedo? Esta prenda favorece más a aquellos que han trabajado sus piernas durante el invierno. Esto explica la pasión que levanta entre los futbolistas.
Los tejidos estampados rompedores se incorporan al bañador a medida que los hombres aceptan los estampados de los años 70´s. Ese mismo año se popularizaron los shorts en las pistas de atletismo, hecho que animó a varias marcas a replicar estas prendas en versión acuática. Esta pieza pone en valor los atributos de los caballeros más espigados, altos y delgados de pierna infinita y cuerpo esbelto.
La década de los 80 supuso una vuelta al modelo bóxer y el slip en su versión más colorista que Versace pone en el mapa de nuevo para los nostálgicos. El siglo XX expiró con cientos de jóvenes ocultando sus rodillas bajo los conocidos bañadores de surferos, sólo aptos realmente para nuestros chicos de la playa de la Zurriola. Se impone el estilo de estampado hawaiano y las marcas Billabong y Quiksilver triunfan en nuestros pueblos surferos.
Los años 2000 traen a la moda del bañador masculino la sensatez de que la virtud se halla en el término medio. El bañador tipo bermuda, más o menos largo, es en definitiva el mejor aliado de todos los cuerpos. El mejor amigo del Adonis y del que no lo es tanto. Pero si eres de esos que tiene tableta y quieres ponerte un slip o speedo ¿Por qué no?