Lo cierto es que no siempre sabemos describir por qué alguien nos ha causado una buena impresión y por eso mismo no siempre alcanzamos a darnos cuenta de su fragilidad. Nunca tan cierto como en una primera cita, en la que un calzado un poco chungo puede marcar el final de un incipiente romance o un esmerado aspecto puede asegurarte el triunfo, o cuando menos, una segunda copa.
Esta pretende ser una modesta guía para ayudarte a causar, cada vez, una buena primera impresión.
- Que se note que te has esforzado, pero no demasiado.
- Una camiseta con logos o dibujos muy marcados, envía un mensaje….el erróneo. Lo mismo se aplica a corbatas, calcetines y cualquier otro accesorio con la imagen de Homer Simpson.
- Elige tu calzado cuidadosamente. Tu cita se fijara sin duda en tus zapatos, no puedes imaginar su importancia.
- Cuidado con el denim. Si vas a vestir de vaqueros, procura que no parezca que vienes de un rodeo.
- Compra una cartera decente.
- Perfúmate…pero no demasiado.
- Evita el atuendo deportivo salvo que la cita implique participar en algún partido de la disciplina deportiva que sea.
- Hazte con una buena ropa interior, nunca se sabe.
- Vístete para el ocio, no para los negocios. Por regla general, no vistas de traje, salvo que lo hagas para una cena en un “multi estrellas Michelin” que definitivamente no te puedes permitir pero con la que quieres impresionar.
No es que esté abogando por que vivas por encima de tus posibilidades pero existen ocasiones en las que el esfuerzo merece la pena. Ahora que te has decidido por un restaurante caro, simplifica pero sé elegante, ponte traje.